JORGE LUIS BORGES: Los justos

Un hombre que cultiva un jardín, como quería Voltaire A man who cultivates a garden, as Voltaire wanted
El que agradece que en la tierra haya música The one who is thankful that music exists
El que descubre con placer una etimología The one who discovers, with pleasure, an etymology
Dos empleados que en un café del Sur juegan un silencioso ajedrez Two employees who silently play chess in a Southern café
El ceramista que premedita un color y una forma The ceramist who ponders a color and a form
Un tipógrafo que compone bien esta página, que tal vez no le agrada A typographer who composes this page, which he may not like
Una mujer y un hombre que leen los tercetos finales de cierto canto A man and a woman who read the final triplets of a certain poem
El que acaricia a un animal dormido The one who caresses a sleeping animal
El que justifica o quiere justificar un mal que le han hecho The one who justifies, or wants to justify, the bad deeds done to him
El que agradece que en la tierra haya Stevenson. The one who is thankful that Stevenson exists
El que prefiere que los otros tengan razón The one who prefers for others to be right
Esas personas, que se ignoran, están salvando el mundo Those people, who go unnoticed, are saving the world

dimanche, février 21, 2010

Salvador López Arnal, Barcelona

P: Crees que hubo un momento que cambió tu vida?

R: Como en casi todas las vidas, no ha sido sólo un momento, sino varios. Uno esencial para mi fue conocer a Mercedes Iglesias Serrano, mi compañera. Su amor, su compañía, sus cuidados, son, simplemente, inolvidables, imprescindibles. Ni que decir tiene que yo no he estado a la altura de su enorme estatura, apenas he llegado a su rodilla, a la rodilla (izquierda) de Mercedes como diría Éric Rohmer, un director que a ella le gusta mucho.

Otros momentos más: leer a los 18 años un artículo crítico de Alexandre Grothendieck, publicado en Cuadernos para el Diálogo, sobre el mundo de las matemáticas cuando estaba en segundo curso de Exactas; escuchar y ver por vez primera (¡por primera vez!) una ópera de Mozart a los 22, el “Don Giovanni” de Losey, la música que más escucho y  amo, especialmente el segundo movimiento del concierto para clarinete, “Las Bodas de Fígaro” y “La flauta mágica”; haber conocido, haber aprendido y haber vivido unos años con el historiador de la ciencia José Romo; el nacimiento de mi hijo, también su enfermedad; mi reencuentro, no ya como alumno, con Miguel Candel y Francisco Fernández Buey; mi amistad con el gran científico humanista Joan Benach, y colaborar como hace años que hago, con El Viejo Topo, Papeles ecosociales y rebelión.

Destaco esto último no sólo por la importancia política, cultural, que ha tenido en mi trayectoria reciente, sino también por las personas que he conocido a raíz de ello: Jorge Riechmann, Óscar Carpintero, Miguel Riera, Santiago Alba Rico, Carlos Martínez, Carlos Fernández Liria, Manuel Talens, Pascual Serrano, Eduard Rodríguez Farré… No enumero conscientemente otros nombres que debería citar para ser justo.

En la otra cara de la moneda, ha cambiado también mi vida la muerte, la prematura muerte, de mis padres, y en un plano más colectivo, la derrota, la inmensa derrota de la causa de las clases trabajadoras que hemos sufrido, y seguimos sufriendo desde hace ya algunas décadas. Desde que tengo uso de razón política, nunca los poderosos habían reído tan plácidamente, con tanta comodidad, tan seguros de su poder. No olvido, sin embargo, la enorme importancia, sobre la cual acaso nos siga faltando perspectiva histórica, que tienen los procesos de liberación que han triunfado y siguen triunfando en países hermanos latinoamericanos. Las permanentes lecciones de solidaridad, dignidad, libertad y resistencia que nos siguen transmitiendo eran impensables, totalmente impensables, hace apenas una década.

P: Qué distingue a un filósofo de un científico?

R: Puedo intentar responder desde diversas aproximaciones sabiendo que esa pregunta, como otras cuestiones filosóficas de calado, no tienen respuesta satisfactoria y mucho menos definitiva.

El científico aspira a conocer su ámbito de estudio, a desarrollar con éxito un determinado programa de investigación. Conocer es arista esencial de su trabajo. El filósofo aspira a señalar además modos de vida, a estar a la altura de las circunstancias, a reflexionar sobre la mejor vida a la que podamos aspirar, a interpretar y transformar en la medida de lo racionalmente posible el mundo que nos ha tocado vivir. No es ninguna novedad señalar que el filósofo por excelencia, Platón, defendió una filosofía praxeológica: sus consideraciones políticas, sus modelos sociales, no eran sólo para él teoría sólidamente fundamentada. Es sabido, está documentado históricamente, que intentó llevar sus planes a la práctica en más de una ocasión, aunque fuera con un rotundo fracaso. Esta arista transformadora no está forzosamente presente en el ámbito científico (Aceptó entre paréntesis que tampoco tiene por qué estarlo en el ámbito filosófico: no hay duda que bajo la etiqueta “filósofo” englobamos estilos, preocupaciones y temáticas muy heterogéneas, con relativo aire de familia entre ellas).

Si científico incluye toda clase de científico, parece que la experimentación, la observación controlada, sea una nota distintiva entre algunos vértices de las ciencias sociales y naturales y el oficio de filósofo, que yo, por cierto, no considero como tal. Sin duda, grandes como Einstein, Darwin, Marx o Galileo no sólo hicieron grandes aportaciones en sus disciplinas sino que filosofaron muy bien y no sólo cuando se sacaban sus vestidos de trabajadores científicos. Pero así, en general, sin volar tan alto, y aceptando posibles excepciones en ámbitos científicos de fundamentación o con programas de investigación muy especiales, la experimentación y la observación controlada y paciente ejercen un papel en la ciencia que no tienen afín exacto en la filosofía.

Las matemáticas y la lógica, por su parte, tienen unos objetos de estudio y un grado de tecnicismo que permiten diferenciarlas de la filosofía. La demostración de la conjetura de Poincaré, por ejemplo, es una grandiosa aportación matemática, no filosófica. No hay duda sobre ello. Pero es cierto que en estos territorios hay zonas con intersecciones no vacías entre uno y otro ámbito. Cantor hace matemáticas y filosofa en muchos momentos; Gödel aporta a la lógica resultados für ewig y no hay duda de las implicaciones filosóficas de su teorema de incompletud; Russell filosofa, hace matemáticas e intenta un programa logicista de fundamentación.

Todo esto, pues, exige matices y más matices y no creo que exista una línea de demarcación que permita generar dos clases disjuntas, dos sacos incomunicados: aquí la filosofía, punto y aparte; aquí la ciencia, punto y final. Popper ya intentó demarcar la ciencia empírica, pero es sabido de las críticas aléficas y documentadas a su propuesta, con el añadido de que en el conjunto de lo que no era ciencia empírica agrupaba cosas muy heterogéneas: lógica, matemática, pseudociencias, metafísica, incluso la filosofía. Todo en uno, porque todo ello no era ciencia no formal.

Digamos que lo importante es seguramente la solidez y consistencia de determinados programas de investigación, el control riguroso de sus resultados y de sus conjeturas, y que, en general, cuando nos aproximamos a los fundamentos o los cimientos de nuestras teorías científicas la tentación filosófica, para nuestro bien, está en la vuelta de la esquina y que está mejor que bien en mi opinión que no ofrezcamos muchas resistencias a los senderos interminables, siempre en construcción, como un Sísifo sin condena, que se abren antes nuestros ojos inquietos.

P: ¿Existe una naturaleza humana?

R: Sucintamente: aspiramos a una concepción de nuestra naturaleza que siempre estará en construcción;  es muy difícil que una retrato de la misma nos pueda satisfacer; no hay duda de que ese objetivo de conocimiento, no solo teórico, exige interdisciplinariedad y suma artística, creativa, de resultados no sólo de la ciencia y la filosofía sino que también aquí el arte tiene aquí su palabra y su voz; es importante, si no decisivo,  no mirar el tema desde posiciones sesgadas y unilaterales; las concepciones fijistas de esa naturaleza, a las que no son muy dadas los sociobiólogos por generalizaciones precipitadas, enturbian y tensan el debate, y, por no seguir con un decálogo obvio, la falsación debe estar muy presente en la agenda del día de esta temática . Las conjeturas sobre nuestra naturaleza, presente, muy presente en las ciencias económicas y en disciplinas afines, que ven los seres humanos, cuanto menos los “racionales” (es decir, los que cuentan y son aceptados), como seres cuya racionalidad consiste en el egoísmo destemplado y en el lucro balanceado con un sofisticado e impreciso maximin, enseña sobre lo interesado y precipitado de estas acuñaciones antropológicas. Baste recordar lo apuntado por la Nóbel de Economía de este año sobre la economía colectiva y los esfuerzos comunitarios para andarnos muy atentos en estos menesteres.

Resumiendo: cuando leo u oigo algunas definiciones sobre nuestra naturaleza, llevo rápidamente mis manos a mi mente y me pregunto por los falsarios intereses que puedan subyacer a esa aproximación. Creo que es prudente una actitud así visto lo visto en estas últimas décadas en las que construcciones ideológicas han pasado por el no va más de la reflexión científica seria y de punta. Lo demás, decían orgullosos y con desprecio, son ideologismos trasnochados, meras distopías totalitarias vendidas de utopías bienintencionadas.

P: ¿Qué es la acción política?

R: La acción política de los poderosos, que es la acción política dominante en gran parte del mundo, es representación cada vez más directa de los intereses de esos grandes grupos. Representación de esos intereses por voluntad propia o por el estado de la correlación de fuerzas, por decirlo en términos algo clásicos. Un ejemplo, esta vez sí, vale más que mil teorizaciones.

“El lobby de Israel no tardó mucho en meter en vereda al presidente Obama respecto a su prohibición de establecer más asentamientos ilegales israelíes en tierra palestina ocupada. Obama descubrió que un simple presidente estadounidense carece de autoridad cuando se enfrenta al lobby de Israel y que simplemente a EE.UU. no se le permite hacer una política para Oriente Próximo separada de la de Israel. Obama también descubrió que tampoco puede cambiar casi nada más, por si algún día hubiera tenido la intención de hacerlo. El lobby militar y de seguridad tiene en su orden del día la guerra y un Estado policial en el interior, y un simple presidente estadounidense no puede hacer nada al respecto. El presidente Obama puede ordenar el cierre de la cámara de tortura en Guantánamo y que se detengan los secuestros, las entregas y la tortura, pero nadie cumple las órdenes. En lo esencial, Obama es irrelevante”.

No lo digo yo, que desde luego soy también irrelevante y con mucho más motivos, sino que lo ha escrito nada más y nada menos que Paul Craig Roberts que fue, vale la pena recordarlo,  secretario adjunto del Tesoro en el gobierno de… Ronald Reagan., uno de los presidentes más criminales de la historia usamericana reciente.

La acción política de las clases trabajadoras, de los de abajo, digámoslo así, está en proceso de cambio en mi opinión. Se vislumbran nuevas cosas, simples detalles en algunos casos. Pero las gentes, aquí y allá, están saliendo de su letargo. Saben que toda intervención institucional, en absoluto despreciable, exige previamente organización, una nueva cultura, viejos y nuevos valores, oídos sordos a los cantos de sirena de las orquestas neoliberales, exigencias razonadas y control afable pero rigurosos de los representantes populares que no pueden ni deben convertirse, ni debemos permitirlo, en políticos profesionales.

P: ¿Es la democracia el mejor sistema posible?

R: La democracia demediada que sufrimos, y en la que nosotros vivimos, obviamente no, a pesar que desde unas décadas, desde la desintegración de la URSS y la caída del mundo socialista en Europa, se presente esa democracia del voto, del respeto a algunas libertades cívicas y el ataque a muchas otras y del desinterés ciudadano creciente, netamente planificado, como el no va más, como el horizonte político máximo al que podemos aspirar. La Comisión Trilateral ya advirtió sobre los peligros de la democracia bien entendida y sobre la necesidad de alejar a sectores populares y resistentes de la ciudadanía del debate público. Lo han conseguido. Por ahora. Por lo demás, esa desconsideración de la democracia política es una constante del pensamiento conservador, no es ninguna aportación de la postmodernidad neoliberal.

Casi nada de lo que sucede políticamente tiene que ver con la real voluntad de las gentes. Hay un teatro de operaciones y algunos actores, no siempre buenos, son dotados generosamente de asesores y medios para vender, el término no es inadecuado, sus programas electorales, programas que suelen ocultar sus reales intenciones y sus verdaderos señores.

No quiero negar desde luego la importancia del clientelismo político, ni el fuerte papel de los intereses parciales y sectoriales, que no generales, en el debate político actual. Tienen su peso desgraciadamente. Por lo demás, el reciente éxito de algunos referendums racistas muestra, una vez más, la importancia de la ilustración democrática de la ciudadanía, condición sine qua non para un ejercicio real, razonable y solidario del poder popular. Sin esa transformación cultural, poliética previa, los procedimientos y aspiraciones democráticos, siempre en construcción, siempre como proyecto, siempre revisables y mejorables, andarán cojos, y nos harán, como señaló Sánchez Ferlosio, más ciegos, más viejos, más torpes y más corruptos.

P: ¿Crees que otro mundo es posible?

R: Lo creo y lo quiero creer. De hecho, ya lo es, ese “mundo posible” es posible, está siendo ya una realidad, está apuntando y creciendo, poco a poco, en muchos lugares del mundo. Basta cruzar el Atlántico y mirar a países como Bolivia, Venezuela, Ecuador y a una isla asediada del Caribe para darse cuenta de ello. Otra cosa es que el Imperio agite de nuevo su vuelo, de hecho nunca ha reposado respetuosamente, y ataque con nocturnidad y alevosía. Como es sabido, tiene varios peones serviles para ello, alguno de ellos con territorios taladrados por bases militares extranjeras.

Por lo demás, no sólo es posible sino necesario. Lo exige la continuidad de la vida en nuestro planeta y el hambre de millones y millones de seres humanos, sin olvidar la justicia, la libertad de todos y unos grados de desigualdad que enrojecen al ser más paciente.

P: Añade un verso al poema Los justos de Borges.

R: Si nos ponemos puristas, añadir un verso a “Los justos” sería como añadir un aria a “La flauta mágica” o dos compases al tercer movimiento de la 9ª de Beethoven. Si apuramos los límites, el primero que me viene a la mente, y no sólo es cortesía, es éste: “El que agradece que el mundo hayan existido y existan alumnos como Tx. M.”.

Yo mismo he añadido en alguna ocasión (¡sin decírselos a los oyentes!) algún verso o alguna modificación. Estos por ejemplo: “El que escucha con temblor contenido el segundo movimiento del Concierto para Clarinete de Mozart” o “El que agradece que en el mundo hayan existido Cernuda, Pavese, Hernández y Violeta Parra”.

Como se trata de apuntar algo nuevo, acaso contradiciendo en lectura lineal alguno de los versos del propio poema de Borges, me permito añadir este: “El que agradece y abona en el mundo los afables y fructíferos senderos de la resistencia” (¡Ay si Borges levantara la cabeza! Me correría a boinazos).
Por resistencia, para poner un ejemplo que tiene mucho que ver con mi intento de no ser un pingo almidonado, como gustaban decir a Gramsci y Sacristán, me gustaría hacer referencia brevemente a mi tío José, un campesino de Sodeto (Huesca), que ahora está retirado: la mañana en que su padre, mi abuelo, iba a ser fusilado, él, que tenía entonces 13 años, fue al campo de la Bota, el lugar donde lo fusilaron. Cuando vio el grupo de guardias civiles que lleva preso a su padre, a José Arnal Cerezuelo, se lanzó sobre ellos. Uno de los guardias le dio culetazo; podría haberlo asesinado, tuvo suerte. Se jugó la vida, pero hizo aquello que debía hacer, que diría Robespierre.

No sirvió de nada, podrá pensarse, su padre perdió su vida cinco minutos más tarde, y suya pendió de un hilo tenue de buena suerte. Pero sí sirvió. Su gesto, su resistencia, su acción de rebeldía, de la que nunca ha hecho alarde, apenas la ha contado, es imborrable, imperecedera. ¿A que sí?

P: ¿Cómo te gustaría ser recordado?

R: Soy casi incapaz de contestar a esta pregunta que suena a despedida y a difíciles viajes hacia páramos nada afables. Alejo de mi ese cáliz y controlo mi malestar. Aquel verso de Gil de Biedma, “dejar huella quisiera y marchar entre aplausos” nunca ha casado bien conmigo.

Si me apuras, cosa que ya sé que no serías capaces de hacer, por decir algo rápido y sin suficiente reflexión, me gustaría se recordado por no haber cometido muchos errores, por no haber dañado a mucha gente, por haber dado un poco de calor al fuego resistencial de siempre y por haber admirado, sin atisbo de envidia ni deseo de zancadillas, la inteligencia, la bondad y el compromiso con los desfavorecidos, con las clases subalternas que decían Gramsci y Raimon.

También, no voy a negarlo, desearía que no habitara sobre mí el olvido entre mis seres queridos más próximos. Como mínimo, en los primeros años.

Y aunque no me preguntáis me gustaría ser enterrado en el nicho donde está enterrada mi madre con alguna nota, nada ostentosa, que dijera algo así como “Cenizas de Salvador López Arnal, próximas a las de Mercedes Arnal Mur, cuyo padre, que su hijo no conoció, fue asesinado por el fascismo español ocho meses después del final de aquella guerra tan injusta y aún tan presente.

Carol Mutterperl, New York City

Q: Where were you born and raised?

A: I am the first person in my family to be born in the United States, specifically in Queens, New York. I grew up in the same house which my parents bought a year or two before I was born. I lived there until the day I was married.

Q: How did your family shape who you are today? Who or what was specially important?

A: My parents brought me up with the European values that shaped them. While both my mother and father addressed my behavior and their expectations for me under specific circumstances, I must say that my core values are derived from the experiences  of my father. In 1935 my father was kidnapped, beaten and left for dead by Gestapo Storm Troopers. This set in place an odyssey which had him quit Germany for Austria, then leave Austria for Belgium, only to be deported back to Germany and put into a concentration camp. These stories, which were revealed in a fractious way, were profound shapers of my experience in several ways.  Firstly, I didn't speak "American" like the other kids in my peer group. Then, my sensibilities were somewhat different; not entirely different, but different nonetheless. Later in college,  during the 1960's, when all kinds of student demonstrations were taking place against the USA. I could not bring myself to join student protests against my country, even though I had sympathies for some of the issues under fire.  I simply would never ever protest against the country which offered my parents refuge and saved them from the Nazis. But most important regarding my values, I listened and learned from my father and how he conducted himself under dire circumstances. He lived by his wits, and while many of the things that happened to him were beyond his control, he exerted a strong will that revealed a sense of respect for the lives of others. To put it succinctly, he never sacrificed someone else's life or liberty for his.

Q: If you could choose a moment that changed your life what would that be? Why?

A: When I was 8 years old I was visiting my cousins and sliding on a frozen lake when I fell through a patch of thin ice. I was lucky that the ice water was not over my head, but it was as high as the top of my shoulders. There was no way I was able to get out. Every time I tried to climb out onto more solid ice, the hole I was standing in only got bigger. My cousins and friends did not know what to do. They tried extending their hands to me, I only pulled them closer to the edge of danger, but it gave me an idea. One boy had a  sled with a rope attached. I asked him to set the sled down with its rear near me so I could hold onto it and he could pull at a safe distance from the ice hole. It worked and I was able to pull free of the icy cold water. What I learned was that I needed to rely on my own wits to save myself. I also realized that I possessed an inner-calm that allowed me to deal with this threatening situation without panic. This experience also fortified the strong identification I had already formed with my father as one who could deal with difficult, life-threatening situations without panic.

Q: Is the work you do what you always wanted to do? If so, why? If not, what would you have liked to do instead? Why?

A: I enjoy my work as a clinical psychologist. It is intellectually stimulating and rewarding to be the facilitator of people's search for self-truth, develping their narrative and their ability to develop alternate ways of processing meaning and reacting to situations.

Q: How different is society today, from the one you lived your childhood in?

A: It is truly difficult to compare a society in this way. As a child  one is subject to more externally based regulations imparted by people who have power over you.  So, if I try to compare the society that I presently live in with that of it in the past, it, by definition is different, because I am now an adult, and less subject to other people's restrictions. In general I find that the mores of society today are, at least in large metropolitan areas, more complex and  inclusive of the rights of others than they were in the past. There is more sensitivity to the experiences, sentiments and sensitivities of others.

Q: What is the American dream?

A: To me, the American dream is to live in a free and just society.

Q: Is there anti-Semitism in America today?

A: I think there is anti Semitism in America today but is is not state-sanctioned. In some cases it is deeply ingrained from generation to generation, sometimes without them realizing it. In other cases it is more overt and results from  membership in a group that is anti Semetic. In still other cases it is a result of anti-Israel feelings.

Q: Any thoughts on the Israel-Palestine conflict?

A: This is such a complex issue! In order to understand contemporary events in Israel, one must know the history of the struggle. In order to find a safe haven from persecution Jews from Eastern Europe began to arrive in Palestine in the late 1800s and early 1900s. They began to buy the land from absentee landowners with moneys from the Jewish National Fund. Much of the land was arid or swampland. They planted Eucalyptus trees to drain the swamps and developed a system to deliver water to arid land and made the desert a place that could support agriculture. Their move to Palestine was at first mandated by the Balfour Declaration which envisaged a Jewish homeland. This was later ignored by the British who feared Arab unrest. Arabs were of various opinions about the Jewish influx into the land. They sometimes sold their lands to the Jews; they sometimes rioted and attacked the Jewish population; and in some cases, they lived peacefully as neighbors. It is the rioting and massacres that began the Jewish need to feel safe and secure within their territory. After World War II, when millions of Jews were murdered (6 million, if you can conceive that number of people which included women and children), the need for a Jewish homeland became even more urgent. The British blockaded the ports of Palestine to keep out the influx of Jews, but there were  organizations which smuggled in people nonetheless. The UN tired to resolve the matter by partitioning the land into 2 cohesive states: Palestine (the Jewish state). and Trans-Jordan, for the Arabs. The UN voted for partition in May, 1948.  Ben-Gurion renamed the Jewish state, Israel. At that moment 5 Arab states declared war on Israel. They were Iraq, Syria, Jordan, Lebanon and Egypt. Somehow Israel managed not to be completely annihilated. The borders were formed. Now there was a great emigration of Palestinian Arabs who poured into neighboring Arab countries. They were not absorbed by these countries but were herded into squalid refugee camps. This was used for political advantage  to keep Palestinians disenfranchised. There were subsequent wars in 1954, with Israel fighting Egypt along side of England and France after Egypt refused use of the Suez Canal. From 1954 to 1967 there existed a War of Attrition where mortars and artillery were fired from Jerusalem (in Jordanian hands), the Golan Heights (in Syrian hands) and onto northern Israel (from Lebanon). Then in 1967 Israel saw that Egypt and Syria  were mobilizing for an attack. Israel warned Jordan not to join them. Jordan, however, continued to mobilize, fire on Israeli civilians and advance its troops. Israel was attacked on 4 fronts. It somehow prevailed but not without a large loss of life. It On the Jordanian front, Israel took Jerusalem and the West Bank. On the Syrian front, Israel took the Golan Heights. Now thus far my views are that Israel acted defensively and took territory as a result of war. What happened since 1967 is complicated. Israel initially wanted to use the territories as bargaining chips in exchange for peace. However, it wanted to hold on to some of its newly ceded territories. It occupied the Golan Heights because it overlooked Israeli territory and the Syrians had used the Heights to fire down upon Israeli settlements. It held onto the West Bank for similar strategic reasons and for religious reasons as well. Hard Righters called these lands ancient Judea and Sammaria, heritage of the ancient kingdoms. This gave birth to the Settler Movement, which encouraged ultra Orthodox Jewish settlers to set up communities in these territories and further fan the flame of resentment among the Arabs. It should be noted that this resentment of a Jewish influx was there for many years, even before the birth of Israel. There was rioting and massacres by Arabs against Jews in Hebron and Jaffa as early as 1929 and 1936. The Ultra Orthodox themselves were not helpful in accommodating to the surrounding Arab community. They are insular and live by an uncompromising religious fervor. Tensions were mostly high between the Ultra Orthodox settlers and the indigenous Arab community, marked by dastardly acts of violence perpetrated by both sides. What was very disturbing was that Israel, in order to secure its territory and populace, started on the road of becoming occupiers. Bitterness increased and so did acts of violence. Buses carrying ordinary people home or to work were the targets of bombs. Restaurants and  hotels filled with civilians were also bombed. Gradually, Israeli leadership began to change its ideas. It decided on a land for peace initiative and forced Jewish settlers to abandon Gaza. But this did not buy peace. Instead, Gaza now was subject to a civil outbreak of "war" between Hamas and The Palestinian Authority. Hamas was the victor in this internecine dispute, and began to launch rocket attacks against Israeli towns across the frontier. It also kidnapped a young Israeli soldier, from Israeli territory, who is still in captivity. War ensued with  very high civilian Palestinian casualties, partly exacerbated by the intermingling of Palestinian fighters amongst the civilian population. Also fueling the seeds of discontent is the erection of the security wall by the Israelis in the West Bank. This is to deter suicide bombers, which have dramatically stopped. But the geographic lines through villages seem to be a real obstacle to perhaps a more amicable and bilateral solution. I feel that a two state solution is the only answer to this ongoing state of warfare and attacks. It is far from realized. 

Q: What does the Holocaust say about human rationality?

A: It seems that human rationality is often secondary to nationalism and racial/religious credos and economic opportunism.

Q: How would you like to be remembered?

A: As someone who loved and was loved; was helpful and cared about the rights of others; had a pragmatic and practical way of looking at things, and enjoyed the fruits of life.